Una trilogía de ciencia ficción creada por el argentino Beto Lorenzo

Por María Gabriela Losino

Además de «Los Juegos del Hambre» y «Divergente», la editorial Del Nuevo Extremo nos ofrece a los lectores una nueva saga literaria de ciencia ficción y al mejor estilo argentino. Se trata de «Voraces», una trilogía creada por Beto Lorenzo (psicólogo, artista plástico, guionista de historietas, novelista e ilustrador de cuentos), quien -como nos señala en el prólogo del libro- la historia deriva de un proyecto previo de una historieta que le acercó un amigo. Cosas del destino, el amigo se dedicó a otra cosa, dejando la historia en manos de Lorenzo, quien la desarrolló en formato de novela en vez de comic.

Del Nuevo Extremo - Tapa Voraces

El relato -contado en tiempo pasado- comienza con una familia (papá Ángel, mamá Lara y el pequeño hijo de dos años llamado Marco) que se encuentra viajando en automóvil por un camino de montaña para disfrutar de unas vacaciones; y, de repente, tienen un accidente provocado por una extraña esfera de energía.

El padre muere fulminado por un rayo y entre sus restos calcinados se ven partes del cuerpo de un gran insecto. Por su parte, la madre -desesperada- intenta salvar a su hijo, pero desbarranca el auto al toparse con esta bola de luz y también muere. El único sobreviviente es Marco, quien queda a cargo de sus tíos.

«Recuerda siempre que Marco es especial y que debemos protegerlo a toda costa. Es muy importante para el destino de todos, ya lo verás» se menciona en el primer capítulo que resume la premisa de esta historia sobre los «Voraces», una raza de insectos y otros seres extraños, parecidos a algunas especies terráqueas, que habitaban los mundos de un Imperio Galáctico, que al alimentarse obtienen los conocimientos y experiencias de sus presas. Esta idea responde a la creencia de las tribus caníbales de incorporar la valentía y el poder de sus enemigos practicando antropofagia.

Éstos se han convertido en la gran amenaza del universo. ¿Cómo defendernos entonces? La respuesta está en el personaje de Marcos. Él es el eje de esta historia, quien se presenta como el clásico mesías que salva al mundo (en este caso, a la galaxia) y que a lo largo de la novela sufrirá mutaciones que lo prepararán para llevar a cabo su misión y lo transforman en el héroe inesperado. Para cumplirla, se une a seres de otros mundos que llegan a la Tierra para ayudarnos.

De la mano de la editorial, sólo pude leer los dos primeros capítulos, los cuales -por lo visto- son cortos y se leen bastante rápido. Estos comienzan con la descripción de la geografía galáctica (por fuera del sistema solar al que pertenece la Tierra, hay una estación espacial extraterrestre que vigila y regula el tránsito hacia los planetas interiores) para adentrarnos en el contexto de la historia, y de los inséctropos, unos extraños seres.

Interesante propuesta entonces en la que, seguramente, reconoceremos detalles leídos en otros libros, o incluso, visto en películas del género, pero bien vale la pena adentrarse en «Voraces».

Periodista/Redactora en Cine y más...